Somos peregrinos
en este mundo tan ajeno
olvido certero
cuando estoy obligado a callar
posan sobre mi cabeza
insanas confesiones
de un infinito etéreo
los gritos enmudecen
el final del camino se difumina
estoy a punto de notar mi existencia
sobre un tiempo inconstante
que va apresurado sobre mi voluntad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario